lunes, 6 de octubre de 2008

Fiestas pasadas y venideras

Ya van tres entradas hablando de la universidad, y como no quiero pecar de monotema en el blog, voy a cambiar por esta vez. Hablemos de fiestas, que siempre sentará mejor. Ya son 3 meses seguidos sin beber (a lo burro, me refiero, las cervezas en los bares de buen rollo no entran aquí), y sin embargo, parece que la cosa anda mejor que el curso pasado, donde ahogábamos el aburrimiento en un litro de estrella (preciada agua de espinardo) o en una pinta de budweisser en el ruta 66 (que época más odiosa).

Y la solución iba a venir de manos de un juego de cartas bastante friki, el sábado pasado. Bueno, el viernes tampoco estuvo mal, con sesión intensiva de bolos, futbolín y billar (con bola negra en el hoyo a la primera, como añadidura). Lo que desvirtuó la noche fue la caminata de hora y cuarto bajando del thader hasta Murcia, por enmedio de una autopista, de noche, con los coches pasando a no menos de 100 por hora al lado nuestro, y con siniestras calles de pueblo desiertas, con un toque Resident Evil bastante aceptable. Luego, cuando por fin llegamos a Murcia, los ánimos andaban bastante decaídos.

Pero volviendo al juego de cartas friki (!Sí, Señor Oscuro!, que se llama, por dar más datos), trata básicamente de traicionar a tus amigos, de dar puñaladas (ficticias, y otras no tanto, que cierta persona me clavó un boli casi en la yugular...), lo cual viene al pelo para desahogarte y demás. Mientras uno hace el papel de Señor Oscuro, malvado y en ocasiones ninfómano; los demás, lacayos suyos, tenemos que justificarnos por no haber cometido sus asesinatos, violaciones y por no haber recogido sus cargamentos de droga. La mejor justificación, como en la vida real, echarle la culpa al de al lado. Realmente gratificante. Es aconsejable, además, acompañar el juego con cualquier sustancia alcohólica, desde una botella de ginebra (con tónica y limón, faltaría más) al típico y muy solicitado litro de estrella levante fresco.

Ya hemos hablado de las pasadas, ahora tocan las venideras. Como cualquier estudiante de primero de medicina a estas alturas tempranas de curso, lo primero que se le pasa por la cabeza son las novatas. A ver cuándo se deciden a hacerlas, que me imagino el día, pero obviamente no lo voy a poner aquí. El día que lleguen me temo que faltaré a la promesa de no beber, porque tanta dignidad perdida en tan poco tiempo puede doler si no la atenúas con alcohol (además, no suele ser algo que puedas elegir, beber o no beber, suele ser o bebes o te lo empinan con embudo). Al menos una ventaja, borrachera gratis, y excusa para no ir al día siguiente a la facultad (la resaca y demás), a no ser que las hagan un viernes.
Para más datos acerca de las novatas este año, ojeen el youtube unos dos días después de que vean mi entrada sobre ellas en este blog: no les decepcionará, seguro.

1 comentario:

pardilla dijo...

Bueno muchacho, por fin me decido a escribirte. Seguir de cerca tu blog se parece bastante a cenar contigo los jueves, maravillosos jueves universitarios, para mi ninguno bueno hasta ahora, pero qué se le va a hacer. Lo cierto y verdad es que la universidad le ha dado a nuestras vidas un giro, si no de 180 grados, se acerca bastante, así que el planteamiento de un blog que exprese el cambio me gusta bastante, la verdad.
En fin Manolo, me gusta reflexionar contigo sobre lo putera que es la vida, cuando te dejas y cuando no XD, sobre todo por sentir que ambos estamos en el mismo punto, en ese en el que todavía somos unos críos que están sufriendo la jodienda de hacerse mayores y pensantes.
Quiero mi osito.