domingo, 23 de mayo de 2010

Domingofobia

De tantos temas interesantes que sin duda habría para una Tesis Doctoral, yo diría que uno de los más productivos sería acerca de la Psicología del Domingo. Me pasaré toda la vida preguntándome por qué, desde hace unos años, se ha convertido en un día tan sumamente asqueroso. Al menos para mí.

¿Habrá alguna causa psicológica para ello? ¿Sufriría en mi infancia un fuerte trauma en Domingo, y desde entonces mi mente se bloquea en ese día? ¿Será cosa de los genes? ¿O estará más relacionado con Necromancia y/o Males de Ojo?

No lo sé. El caso es que, a no ser que tenga el día totalmente planificado con algo (lo que es harto difícil teniendo en cuenta que todo está cerrado, y que la gente tiende a desaparecer), acabo tumbado en el sofá deseando que pase algo. Y por supuesto, el hastío lleva a tristeza, a revivir fantasmas, y en general, al pesimismo extremo.

Lo tengo además comprobado empíricamente. Las películas o libros con una parte mínimamente trágica o triste simplemente no los tolero en Domingo. Voy a tener que hacerme con una reserva de historias a lo Heidi para poder entretenerme de alguna forma.

jueves, 6 de mayo de 2010

Negro futuro se avecina

6 años de carrera en la Universidad, para acceder a un examen a nivel nacional: el examen MIR. Luego, en función de esa nota y de la nota obtenida durante la carrera, una oposición para elegir plaza entre todas las que se ofertan en España. Una vez elegida la plaza, el recién reconocido como médico puede dedicarse enteramente a su profesión, que es aprender a tratar pacientes. Fácil, sencillo y con pocos problemas. Quizá sea ese el motivo del disparatado cambio que el Gobierno quiere hacer.

¿Y en qué consiste ese absurdo y descabezado cambio? Ahora, tras el MIR, lo que se elige es troncalidad y hospital donde cursar dicha troncalidad. Esta última no es más que una primera "especialización del médico" en una de estas 4 vías: médica, quirúrgica, laboratorio o radiología. Bien, si quieres introducir esta novedad, no veo en principio ninguna pega. Lo que sí tiene pegas, y son descomunales, es el resto del plan.

Durante esos dos años, no estás rotando por los distintos servicios del hospital para ir formándote en la materia. No. Lo que estás haciendo es competir con el resto de médicos residentes del hospital por las futuras plazas de médico del mismo hospital. Porque al finalizar la troncalidad habrá un segundo examen, y una valoración subjetiva del 1 a 10 de un médico que está supervisándote durante todo este periodo. Tras esto, juntando la nota MIR (40%), la del segundo examen (30%) y la "evaluación" del médico (otro 30%) obtienes una nota, con la que opositas EXCLUSIVAMENTE a las plazas que hay en el citado hospital.

Y, obviamente, te puede tocar cualquier especialidad menos la que querías. Y no tienes opción de nada más. A joderte. 8 años de tu vida a la basura. Acabas en un oficio que no es el que quieres, después de semejante sacrificio, y de tantísimos meses y meses dedicados a ello. ¿Quiénes serán los únicos que obtendrán la plaza que quieren? Solo dos tipos de personas:

1. Los 4 o 5 mejores de cada universidad. Como no estés entre ellos, jodido vas (y en la nuestra somos 200).
2. O aunque seas el mejor. ""Puede"" existir la ""REMOTÍSIMA"" posibilidad de que el médico que te evalúa... ¡anda! ¡Pero si es el padre de mi compañero residente! ¡Y le ha puesto un 10 cuando a mi solo un 5, y se ha quedado la plaza que yo quería! Ainsss... cualquiera pensaría que hay algo más detrás de esto. Pero no. Qué va. Todos sabemos que en España nunca jamás ocurriría algo así.

Debo advertir que el párrafo anterior ha sido escrito con un profundo y exacerbado sarcasmo (para los duros de mollera).

Señores ministros y políticos. Tenemos en este país una cosa buena: la Sanidad. Y van encaminadísimos a joderla, pero de raíz. Si en España funcionan tan bien los servicios sanitarios, es gracias a los médicos. Puteándonos no se consigue nada bueno. Lo que conseguirán es que:

1. El número de buenos especialistas disminuirá, dado que lo normal es que para ser bueno en tu profesión, tiene que gustarte. Si no es el caso, el asunto está difícil. Y más en algo tan vocacional como la medicina.

2. La fuga de cerebros (que los políticos tanto se empeñan en negar y negar y negar...) aumentará mucho más. Señores políticos, si mi ilusión de toda la vida es ser cardiólogo, lo voy a ser. Quieran ustedes lo que quieran. Y hay muchos países donde podría conseguirlo, y de donde sería poco probable que volviera.

3. El ambiente de competitividad durante la troncalidad no es bueno para nadie. Ni para los residentes, que no están pendientes de la medicina; ni para los médicos, que estarán sometidos a mil presiones de colegas o conocidos para puntuar mejor a este o a otro; ni para los pacientes, finales perjudicados de este "mal rollo" que seguro se generará.

4. 8 años dedicados a algo que luego te niegan (y por motivos ilícitos muchas veces, como es el enchufismo), pueden sacar lo peor de cada uno. Amenazas, chantajes... Se abre la veda a este tipo de situaciones.

Yo sé que muchos piensan que exagero. Pero os aseguro que no. Las situaciones que digo se darán si la cosa continúa. Y también os aseguro que, con este desalentador futuro por delante, se le quitan las ganas a uno de seguir con la carrera. Y los perjudicados, al final, somos todos cuando acudimos al hospital como pacientes.

Un saludo

P.D.D. Un día después de escribir esta entrada el Ministerio de Sanidad aceptó todas nuestras propuestas sobre la troncalidad. Nada de examen post-troncal, nada de evaluación por un médico, y la especialidad se elige inmediatamente tras el MIR. Demos gracias a la incompetencia del Gobierno en otros temas, porque ello ha permitido que cedan en este para no tener otro frente más de problemas.