viernes, 1 de mayo de 2009

Recordando

Entrada dedicada a la foto que he puesto en el título del blog. La historia merece la pena contarla. Cuando entré en el blog de una amiga ví la foto, que ella había puesto como inicio de la entrada, y enseguida me acordé de este verano pasado, de La Torre, porque era una playa muy parecida a la que sale ahí. Y en concreto recordé la noche que dormimos allí unos cuantos, y me levanté a eso de las 6 de la mañana, con un frío horrible, para irme a la punta del atolón a sentarme, a ver si me llegaba un poco el calor del Sol. Y no me llegó ese calor, pero sí otro, mucho más cercano, pero que enseguida se fue, y que aún echo de menos.

Y resulta que mientras eso ocurría, alguien desde el otro extremo de la playa echaba la foto que aparece ahora arriba del todo en esta página.

¿Casualidades de la vida?

No todo fue un sueño, al parecer.

4 comentarios:

pardilla dijo...

Eso es la vida :)
Muy hermoso.

Anónimo dijo...

Percibo por tu descripción que aquella noche fue inolvidable a pesar del frio. :S

Desde luego que me habría encantado estar allí.

Un saludo futuro médico. ;)

Manu AMS dijo...

Bueno, inolvidable fue sin duda, pero no te imagines ninguna gran cosa. A veces hasta lo mas insignificante es un buen lugar donde refugiarse.

Ethos dijo...

Guau, el pasado de Manolo se va perfilando poco a poco... Sabía que tenía que molar mucho.

Realmente esos recuerdos, que suelen ser cosas nimias e insignificantes a simple vista, es la felicidad misma, que viene a visitarnos tres o cuatro veces en la vida en pequeñas dosis para que nosotros, esos momentos, los guardemos con celo en nuestra memoria, y así poder recordarlos en esas noches de infinita soledad en las que la melancolía se apodera de todo.