domingo, 2 de noviembre de 2008

Reflexiones post-semanales

Ya es domingo de nuevo, así que toca acudir a la cita con blogspot. La verdad es que empiezo a escribir esta entrada sin saber muy bien de qué hablar, pero bueno, improvesaremos lo que sea.

La que se acaba hoy ha sido una semana tranquilica, aunque con cosas que contar. Por ejemplo, ha sido la primera fiesta de halloween en la que me "disfrazo". De algo no muy elaborado, para qué engañarnos, pero ahí queda la cosa. El ponerme una capa verde de la guardia civil de los años 60 (que nadie identificó, por cierto, salvo Ray) se puede considerar un disfraz. Buen día este de halloween, y eso que lo acabé a la 1, porque todavía acarreaba los efectos de estar en medicina (tener clase los viernes a las 9 de la mañana, se entiende). Grande el concierto de M-Clan, y eso que apenas me sabía una canción. Me volví a acordar de lo agusto que estoy yo viendo a cualquier grupo.

De echo decidí que ire este sábado a ver a Saratoga, aunque no entraba en mis planes. Con lo que añoro la época del instituto, y sobre todo del bachiller, volver a ver a ese grupo y cantar "Tras las rejas" y "Vientos de guerra", por ejemplo, va a ser como volver atrás en el tiempo, y eso no lo puedo rechazar. Es el mejor revulsivo contra la nostalgia rosilloniana que uno lleva acarrendo últimamente, aunque solo dure un par de horas.

Digo que es el mejor revulsivo, mas no el único. Que esta semana hay otras fiestas también muy jugosas: la fiesta de las batas el miércoles, todo un clásico en medicina; un viernes sin clase y en el mismo día un cumpleaños que también se presenta suculento. Esto se completaría si no tuviera, en el lado opuesto de la ecuación, la pila de apuntes de anatomía, bioquímica, bioestadística y varias chorradas más esperándome con avidez. El Sobotta es como un tamagochi de estos de antes, tienes que estar cada cierto tiempo pendiente de él, solo que si no lo haces, no es él quien la palma, sino tú quien suspende.

De todas formas, el profundo conocimiento que tengo acerca de lo vago que soy me dice que le dedicaré mucho más tiempo a la primera faceta que a la segunda. Yo sin presión no se estudiar, necesito tener los exámenes a la vuelta de la esquina, que es lo que más me motiva. Y no ando yo sobrado de motivación, más bien al contrario.

Me acabo de acordar de otra cosa que necesito decir. Me he dado cuenta de que los heavys son unos putos románticos. Se me ocurre bajarme el último disco de Warcry, me digo yo, que me vendrá bien música nueva de la que me gusta, para olvidarme de cosas. Y bueno, se puede observar una cosa leyendo solo los títulos de las canciones: "La vida en un beso"; "Devorando el corazón"; "Invierno en mi corazón"; "Nada como tú", etcétera. Efectivamente, casi todas tratan del amor, en todas sus formas y variantes, incluso aquellas que de entrada no lo parecen (como una que se llama "El Camino"). Y yo: cojonudo, de esto iba la famosa "Revolución" (es el nombre del disco), de volvernos Rosillo (que buen recurso el nombrar a este hombre...), me parece a mí que a Víctor García se le acaban las ideas. ¡Ojo!, que alguna hay por ahí que no abordan ese tema, pero la verdad es que son pocas, y no tengo ganas de buscarlas.

Pero no es solo Warcry y su último disco, es todo el heavy moderno en general (el que yo escucho claro, el thrash metal y derivados ya me imagino que no...). El único grupo que se salva es Centinela, y no del todo, que también tiene vestigios por ahí (la canción de dos entradas abajo, por ejemplo); y Saratoga, y porque tiene suficientes canciones buenas como para no oír las baladas. En fin, que he hecho una depuración en el mp3 considerable, metiendo más AC/DC y menos Mago de Oz. Seguro que me entendeis.

Y ahora algo bueno, que casi siempre lo hay, aunque sea ínfimo en importancia (que no es el caso): mis huesos ya soportan diez kg menos de peso, y se nota un huevo. Al menos lo que no pude hacer de pequeño lo estoy consiguiendo ahora.

Ya sabía yo que si ponía me acabaría saliendo algo que decir, y aquí está. Para acabar, un asunto que no puedo desarrollar del todo aquí: vaya sueños más raros y porculeros que he tenido, de hecho los tengo escritos para que no se me olviden... Yo no se mi cerebro qué quiere hacer conmigo, pero se podía estar quietecito, que sabe dar dónde más duele, el jodio. Tendré que hacer un pacto con él, a lo Homer Simpsons. Él me deja en paz por la noche, y yo... pfff, no se que darle yo... ¿no le golpeo contra el coche al salir? No, que eso ya está visto... Nah, a tomar por saco, que me haga caso, que para algo soy yo el que manda, o debería. Mi teoría es que mi subconsciente me odia por algo, y por eso cuando nota que se me empieza a pasar la jodienda, me la recuerda. Todavía será que tengo al enemigo en casa.

Pero se va a joder el mundo. Si en algo soy especialista es en buscarme un par de pequeños placeres y pasar de todo lo demás. Por lo menos, ahora me siento con fuerzas para ello. Esto es una advertencia: mundo, no me volverás a coger desprevenido.

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