sábado, 15 de noviembre de 2008

Virus psicólogos

Sé que el título de la entrada es cuanto menos raro, y poco habitual en mí, que suelo decir las cosas bastante claras, ahorrándome intentos de metáfora, paralelismos y esbozos de recursos poéticos de los que tanto nos trató de inculcar Ana Cárceles, infructuosamente para la mayoría de los que compartimos aquel curso de 2º de Bachillerato.

Pero como últimamente estoy traicionando bastante mis principios, ahí se queda. Si alguien, cuando termine de leer esto y se entere de lo que significan esas dos palabras, se le ocurre una forma mejor de decir lo mismo, que lo ponga (ya me encargo yo de borrar el comentario, y este párrafo, para que parezca mío también).

Una vez hecha la introducción tonta de turno, que siempre apetece, vamos al meollo de la cuestión. Resulta que la mayor parte de las elucubraciones, meditaciones y paranoias diversas que me he ido creando este verano, las iba apuntando en mi ordenador, no aquí en internet, claro, sino en el disco duro. Y he aquí (voici) que hace una semanita más o menos, un montón de unos y ceros se metió en el susodicho ordenador y lo jodio entero. Vamos, que me entró un virus, y además de los graciosos, de los que no te dejan arrancar la máquina.

En cuanto al aspecto técnico del problema, la historia ya me la sé. Llegar a la tienda, decirle al tío "me pasa esto", él me mirará con cara de suficiencia, con la cara con que mira alguien muy listo a un paleto (como pensando, no se si merece mi tiempo que lo gaste en ti). A continuación, me preguntará: "¿tienes copia de seguridad del disco duro?", y yo: "sabes que no...." (¿Quién coño hace eso alguna vez?). Y para acabar, lo de siempre: "pues eso va a haber que formatearlo...." (no te jode, así yo también soy informático, en cuanto hay un problema, lo eliminamos todo y empezamos de cero).

Ahora el aspecto sentimental, consecuencia además de la falta de ganas del técnico de turno de calentarse un poco la cabeza, que se trata de los archivos donde quedaron plasmados esos pensamientos y rayadas varias. Algunos eran ya antiguos, y casi me reía al leerlos de nuevo (problemas que tenía yo en 1º bachillerato, o sea, nada importante); otros eran más recientes. De ellos, la mitad conversaciones de MSN, la otra mitad, mis rayadas. Los dos tipos eran una especie de recordatorio de todo lo pasado, porque había veces que hasta le perdía el hilo a mi vida. Y bueno, podríamos decir que el hilo se ha roto, y espero que en el fondo me venga bien. La verdad es que no había nada que realmente mereciera la pena ahí, leerlos no era más que remover la amargura del fondo de la copa.

Espero que ahora se entienda más el título. Al final resulta que el virus hasta me va a hacer bien. Ha hecho lo que probablemente me habría dicho que hiciera un psicólogo (al que yo nunca habría ido, claro, no dramaticemos el tema, que no llega ahí), que rompiera todo lo que guardara relación con el dilema en cuestión.

Y quizás funcione.

3 comentarios:

Odiseus dijo...

Hola nene, no se como agregarte a mi blog =S

Ethos dijo...

Jo, tío, tú extraña, oculta y extremadamente intrigante vida pre-universidad me está empezando a... a eso, a intrigar.
Poco a poco, supongo. Tenemos seis años (mínimo) para descubrirla.

Mola tu sarcasmo

Manu AMS dijo...

Anda que la decepción que pillarás el dia que te cuente de k va esta "misteriosa" historia...