martes, 15 de diciembre de 2009

Tu camino lo eliges tú

Se oye comentar, a las gentes del lugar, que corren tiempos extraños por la UM. No hay más que darse un paseo rápido por alguna de sus dependencias, especialmente por los accesos. Desde la puerta con torno giratorio que han colocado para entrar a La Merced (el detector de metales no lo instalan hasta dentro de 2 semanas); a la gincana de obstáculos que cada día se curran por las carreteras del Campus individuos de camisa fluorescente, mientras almuerzan a la sombra de una pala excavadora y toman nota de en qué punto se forma el tapon más gordo (eso sin tener en cuenta la obsesiva y dañina costumbre de crear rotondas nuevas en cuanto dos calles se cruzan).

Pero dejando a un lado estos problemas logísiticos, en los que poco puedo hacer, hoy quiero centrarme en uno docente. Está relacionado con el archiconocido plan Bolonia y su implantanción en esta nuestra universidad. No voy a ocultar que poco sé de lo que teóricamente postula ese plan, pero algo sí que conozco de lo que ocurre realmente en las aulas donde se imparten los Grados (que andan por su primer año).

Parciales obligatorios, continuas charlas y seminarios también obligatorios, e incluso las propias clases magistrales de necesaria asistencia (al menos al 80%, según creo) si se quieren aprobar las asignaturas. Soy consciente de que esta teoría es actualmente pasada por el forro muy a menudo,(especialmente en lo que concierne a "pasar lista" en clase); pero no hay duda de que tarde o temprano se tendrán que aplicar las normas, o vivir en la anarquía (y mal asunto sería ese, creedme).

Lo que me interesa aquí es a lo que abocan esas normas. Abocan a hacer, yendo directamente al grano, un segundo instituto de la universidad. La universidad es un cambio de mentalidad completo, un nueva situación, una nueva vida. Algo que, debo decir, muchos llevábamos desde el Bachillerato esperando. Precisa, sobre todo, de cierta madurez mental, para comprender varias cosas.

La primera y principal es que el profesor que te imparte la asignatura no es tu vigilante, y por lo general se le da un ardite que entres a clase o no. Basta de tanta gente que acude al aula todos los días por costumbre, y luego se pasa las horas hablando, haciendo el tonto, escuchando el mp3 a hurtadillas o quejándose con los de al lado de lo aburrida que es. NO es obligatoria, y lo dejan bien claro el primer día. Si no te gusta, no entres, y de seguro que aprovechas más el tiempo. Basta de buscar el momento en que el profesor no mira para irte 10 minutos antes de la práctica. Es patético. El mismo profesor dijo también el primer día que él no es el tutor de nadie, y que, desde luego, no va a ir detrás de nadie y lo va a traer por la oreja de vuelta a la sala de disección (o a donde corresponda).

Podría seguir con muchos más ejemplos, pero creo que se entiende lo que quiero decir. En definitiva, las normas made in Bolonia persiguen ese control, ese seguir todos el mismo esquema, el mismo patrón, que posee el instituto, y que poseen en sus cabezas tantos universitarios (y no de primer año). Una carrera debe garantizar que la persona salga de ella con la formación necesaria en el ámbito de turno. Y el lugar de donde obtengas esa formación es cosa tuya. La universidad te proporciona uno, muy bueno por cierto, pero es decisión de cada cual el uso que va a hacer de él. Para aprobar el examen de Fisiología, por decir algo, no tienes que tomar los apuntes del profesor y luego estudiártelos en el orden y con las palabras que él ha dicho. Lo que tienes es, tú mismo, que formarte en la materia, siguiendo el esquema que te dan o no. Porque el conocimiento a estos niveles, en el fondo, es el mismo lo explique quien lo explique.

Y esto es, a mi entender, lo que deberían promulgar las universidades. Centrarse en elaborar pruebas o exámenes que garanticen que la persona domina la materia (por todos lados abundan exámenes repetidos, o estándar, donde la gente no entiende ni lo que responde porque directamente se ha empollado las posibles preguntas y sus respuestas). Y menos clases y parciales obligatorios. Menos seguimiento y control. Porque somos ya mayores de edad. Y es muy triste que a estas alturas ya, traten todavía de obligarnos a todos a seguir el mismo sendero, sin salirse de la línea de piedras, en algo tan importante y tan personal como es la formación universitaria de cada uno.

1 comentario:

Tomica_naranja dijo...

estoy totalmente deacuerdo contigo.

Otro punto en mi contra, son las consecuencias de nuestra generación que vamos corriendo para que no nos pille el grado y q mi personalmente me han jodido viva, por que no se les ha ocurrido mayor lucidez que para cubrir un profesor en el grado quitarme a mi uno de practicas, oiga, es una anual, importante y necesito un porfesor, no nos lo quiten y no los repongan he pagado por esas horas.

ese es otro tema, tu vas a clase, por aclararte con la teoría y vas a clase por que quieres aprovechar tu dinero, te pagas esas horas ya no las paga el estado, por dios, dejeme que haga con ellas lo que quiera.