lunes, 28 de diciembre de 2009

Cuando algo pequeño mueve montañas

Que nunca te falte un sueño por el que luchar,
un proyecto que realizar,
algo que aprender,
un lugar donde ir,
y alguien a quien querer.

¿A alguien le suena? Es posible, porque se trata de uno de tantos mensajes que circulan en estas fechas de móvil a móvil. Este me llegó en plena cena de Nochebuena, y dio lugar a una historia graciosa, porque al final resultó que no era yo el destinatario. Y es curioso, porque esa persona anónima que probablemente no conoceré jamás me hizo sonreír por primera vez en esa noche (que no era muy propicia a los chistes, desgraciadamente); y reflexionar sobre ciertos asuntos, como la levedad del ser, la efimeridad de la vida, o la distensibilidad de los diversos orificios femeninos (tema sobre el que tuvimos material abundante en la última clase magistral del año).

Pero dejando tonterías aparte, sí que me resultó curioso cómo los pequeños gestos siempre gustan sobremanera, aun cuando a veces sean fuente de cachondeo, y es que yo soy de los primeros que me he reído muchas veces lo absurdo que me parece semejante tráfico de SMS durante la Navidad. También pienso ahora en la tópica y típica rosa dejada en el buzón o dada en mano (que no comprada al chino del bar, por favor): nunca va a desagradar, como me dijo hace poco una amiga.

En fin, que los pequeños detalles, sobre todo en ciertos momentos, hacen maravillas. A veces es bueno recordarlo.

¡Adiós!


3 comentarios:

Abi dijo...

Que gran verdad. Los pequeños detalles son esenciales, son necesarios para que surja una relación especial entre personas (ya sea, simplemente, una amistad o algo de tintes romántico-amoroso)
A todo el mundo le agrada un detalle o un gesto, lo que es patético es cuando esos "detalles" los tiene el primo del hermano de aquel que conoció a mi tía en una boda porque su sobrino era el de la orquesta... El abuso de este tipo de cosas es lo que hace que muchos de nosotros "reneguemos" a veces de ellas, pero lo cierto es que, cuando son sinceras y vienen de alguien que nos agrada, resultan encantadoras.
P.D.: Flor de los chinos, NUNCA!! Ni como último recurso! xD

pardilla dijo...

El primo del hermano que era malo.

Creo que el rollo detallista se ha perdido mucho, o que se ha denostado, en fin, quien te va a aceptar una pajarita de papel si a su amiga el novio le regala un movil con cámara. Sin embargo esas cosas son las que verdaderamente llegan a la pesona adecuada en el momento adecuado, no sé.
Buena entrada :)

Tomica_naranja dijo...

me ha gustado un monton,tienes mucha razón. yo soy una gran defensora de los detalles, por eso los regalos que hago tienen que ir en consonancia con lo que siento por la persona aunque sea una chorrada, pero con sentimiento.

Silvia, yo siempre recordaré la funda entera e pajarityas que me hicisteis por mi cumpleaños :D